Salvia

La salvia tiene aroma y sabor parecidos al alcanfor, con un dejo amargo y cálido, a veces picante, a especias.
Esta hierba se usa en mezclas de tomillo y mejorana. Tú puedes aprovecharla cuando prepares carne de cerdo, ganso, pato, ternera y cualquier tipo de pescado. La salvia enriquece el sabor de la cebolla, la berenjena, el tomate, la sopa de verduras, los consomés, y los platos con queso y huevo. Además, es especialmente deliciosa cuando se incorpora picada en salsas de nata.
La salvia fresca es preferible a la seca.

Estimula la producción de bilis y mejora la digestión de grasas. Contiene aceites volátiles, tuyona, amargos, flavonoides y ácidos fenólicos; es antiséptica y antiinflamatoria. Se usa para problemas menstruales, sudoración e infecciones de las vías respiratorias bajas. El consumo de salvia ayuda a la mujer a controlar los sofocos menopáusicos.